La poesía silente

  • Jorge Cadavid
Palabras clave: Literatura, Poesía, Silencio, Música, Escritura

Resumen

La poesía aspira a la música. La música aspira al silencio. Ante el silencio, la música enmudece. Pero el silencio no es la ausencia de sonido. Para un músico como Webern el uso del silencio es esencial, es pausa, tiempo, espacio comunicativo. El silencio es la más hermosa metáfora de la música: “La música callada, la soledad sonora”, de Juan de Yepes. El silencio es continua batalla por situarse fuera de la tiranía del lenguaje. La ausencia real de palabra es presencia en el poema. Algunas veces el silencio es invocado como vacío y ausencia, en otra ocasiones el silencio aparece como presencia y plenitud.

El encabalgamiento, el balbuceo, la fragmentación, las variantes tipográficas, los espacios en blanco se convierten en tácticas del silencio. La página blanca es cuerpo silencioso y desnudo sobre el que se convoca al poema como vestido. El silencio se encarga de comunicar un decir distinto, que roza lo blanco y el vacío. Es la apertura y llegada de todo poema hacia lo inefable.
Cómo citar
Cadavid, J. (2016). La poesía silente. Boletín Cultural Y Bibliográfico, 50(90), 236–237. Recuperado a partir de https://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/boletin_cultural/article/view/7642

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Publicado
2016-08-30
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